Paco Jémez en Vallecas
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Volver al Estadio 🏟

En la última semana del último mes de este extraño 2021 ha sido presentado Paco Jémez como nuevo entrenador de la UD Ibiza, un proyecto liderado por Amadeo Salvo, que actualmente ocupa la decimosexta plaza en la categoría de plata del fútbol español, y que encadena seis jornadas sin conocer la victoria, con la que se ha encontrado en tan solo cinco ocasiones hasta la fecha.

«Que la gente se lo pase bien y se divierta»

En la rueda de prensa de su presentación, el técnico declaró una de las máximas de su filosofía: a Paco Jémez le gusta «que la gente se lo pase bien y se divierta, que sienta algo (…) que tenga ganas de ir al campo para ver fútbol». No es algo nuevo, forma parte de su discurso, de su forma de ver y entender este deporte, este modo de vida.

Y parece obvio, ¿verdad? Parece incluso el fin del fútbol como espectáculo en sí mismo, tal como lo conocíamos gracias a nuestros padres y abuelos. Sin embargo, en estos tiempos -con una pandemia causada por el coronavirus mediante- parece necesario recordarlo, subrayarlo, pararse un tiempo a pensar sobre lo que eso significa.

Jémez se refiere con este planteamiento al modo de jugar que tienen sus equipos. No tienen por qué ser grandes equipos. Basta con que sus jugadores se comprometan a jugar el balón lo mejor que sepan y que parezca que lo dejan todo en el campo. No importa la categoría, las formas y los detalles cuentan. S i e m p r e.

Las despedidas y los volver a empezar…

Este regreso de Paco a los banquillos me ha despertado una melancolía, no fácil de definir en este instante, pero algo similar a la que sentí en los momentos más crudos de la pandemia. Al menos se parecían en algunos matices. Por un lado, porque el hecho de que vuelva Jémez a un banquillo me ha recordado a cuando volví, tras el parón y la prohibición, a un campo de fútbol.

Tardé meses en estar lista para esa inmersión en masa, pero con ausencias importantes; sustituyendo pipas y cerveza por mascarilla y gel hidroalcohólico. Al menos se podía «disfrutar y pasarlo bien», y -aunque aún no he podido hacerlo- quedan ganas de «volver al estadio para ver buen fútbol». Personalmente, míster, objetivo cumplido.

Por otro lado, está el toquecito que Jémez siempre regala a sus jugadores. Jugar al fútbol implica, como decía, un compromiso con uno mismo, con sus compañeros de equipo, y también con la afición. No es algo baladí. El fútbol de once contra once sigue siendo un deporte seguido por millones de personas, pero ya llevamos años viviendo con mezcla de estupor y apatía lo que podría ser el fin de este deporte-pasión tal y como lo conocíamos.

Y no podemos culpar a nadie. ¿O sí? Horarios incompatibles con los aficionados que quieren asistir al campo, tarifas de televisión de pago abusivas, partidos difíciles de ver, jóvenes que no pueden mantener la atención durante 90 minutos y se conforman con resúmenes…

Cuando los controles de aforo, PCRs, y mascarillas sean tan solo un mal recuerdo, evaluaremos. Pero si queremos que el fútbol siga siendo un deporte popular, tendremos que cuidar a aquellos que quieren seguir yendo a disfrutar y a sentir el fútbol en estadio.

ireneyustres

Periodista

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